Es Doña Magdalena
una vieja hiena,
que vive en la sabana
con sus hermanas.
No está nada contenta
con lo que se comenta;
que si su risa da pena,
que si es una condena.
Y está de mal humor
con tanto rumor;
que si caza en manada
porque está asustada.
Con tanta monserga
como le llega;
que como es carroñera
nunca come la primera.
A lo que responde Magdalena;
“No tengo ni miedo ni pena,
y como soy una hiena,
como al final, porque estoy llena.”