Caperucita se acicala
con sus mejores galas,
para salir a pasear
por el bosque del
lugar.
Una capucha roja,
así si llueve no se
moja,
que le molaba
mogollón,
eligió para la
ocasión.
Mientras iba caminando,
y un rap estaba cantando,
un lobo se le acercó
que a ella se dirigió:
“¿Dónde vas
Caperucita,
acaso tienes una cita?
¿Vas a ver a tu abuela
a llevarle una
cazuela?”
“Me dice mi olfato,
que tardarás más rato
si no coges el camino
que ahora yo te
indico.”
“Escucha lo que te
digo,
que corres mil
peligros.
En este bosque
solitario
pasan cosas a diario.”
Caperucita anda lista,
y el lobo no la
despista,
le adivina la
intención
que tiene el muy bribón:
“Lo de visitar a mi
abuela
esta pasado y ya no
cuela.
Como tenía mucha prisa