Ya está cansada Elena
de dar risa y dar pena,
por su enorme gordura,
y su grandiosa cintura.
Ha probado mil cosas,
todas desastrosas.
Para perder peso
dejó de comer queso.
Se apuntó al gimnasio
con su amigo Anastasio,
y se hizo una liposupción
en cuanto tuvo ocasión.
Pero haga lo que haga
no sirve de nada,
porque la pobre Elena
siempre va llena.
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