Está ya Blancanieves
que se sube por las paredes.
A toda hora trabajando.
Todo el día limpiando.
Está cansada de los enanos,
son tan gandules y vagos
que no le ayudan a nada,
ni siquiera con la colada.
Incluso con el desayuno
no le ayuda ninguno.
Como trabajan en la mina,
de la casa se olvidan.
Esta ya tan enfadada
que una precisa mañana
Blancanieves estalla,
y por una vez no se calla.
“Hasta aquí hemos llegado,
ya me habéis cabreado,
me tenéis ya tan harta
que vuelvo con la madrastra.”
Los enanos muy zalameros
la engatusan con esmero,
y la enredan con la promesa
de que al fin será princesa.
“No te enfades Blancanieves
más pronto de lo que crees
un apuesto príncipe vendrá
y por fin princesa serás”
“No quiero príncipes apuestos
ni galanes tan dispuestos,
a Mister Próper es al que quiero,
con la fregona y el plumero.”
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