domingo, 12 de julio de 2020

Cenicienta




A una gran fiesta
que no es en palacio,
sin prisa y sin horario,
quiere ir Cenicienta.

Dice que ya está cansada
de marcharse la primera,
de que haya toque de queda,
y quiere volver de madrugada.

Habló con su hada madrina,
la que el consigue el coche
y los vestidos de noche,
y le prometió una propina

si le ampliaba el horario,
al menos hasta la madrugada,
retrasando las campanadas
en el reloj del campanario.

El hada no está convencida,
y comienzan a discutir
sobre si es bueno salir
hasta una hora tan tardía.

-Mira que no puede ser,
te convertirás en plebeya,
dejarás de ser bella,
y tendrás que correr.

-A mi no me interesa
ser ninguna doncella,
ni tampoco ser tan bella,
si me pierdo la fiesta.

-El príncipe se asustará
si te ve tan andrajosa,
vestida con cualquier cosa,
y contigo no se casará.

-¿Quien se quiere casar
con un príncipe encopetado,
presuntuoso y alelado?
No lo quiero ni pensar.

-Yo lo que de verdad quiero
es salir con mis colegas
para ir a dar una vuelta,
y a un concierto rockero.

Versos incluidos en el título “Cuentos tergiversados”, segundo volumen de la colección “Versos para Fresa y Frambuesa”, disponible en Ámazon https://www.amazon.es/dp/B08BF2V4PV y https://www.amazon.es/dp/B08BR89R5F (ilustraciones en blanco y negro, o en color, respectivamente)













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