jueves, 15 de octubre de 2020

María Isabel la serpiente cascabel

 

Se fue María Isabel,

la serpiente cascabel,

a una extraña fiesta

que tenía orquesta.

 

En cuanto oyó la música

desde la plaza pública,

se fue toda dispuesta,

y no hizo ni la siesta.

 

Se vistió de lentejuelas,

se puso unas bagatelas,

sacó brillo al cascabel

y salió a todo correr.

 

Quería bailar samba,

bachata, rumba y salsa.

Cualquier baile latino

para ella era divino.

 

Aunque era una serpiente

tenía sangre caliente,

y no podía parar de bailar

mientras oyera tocar.

 

Cuando llegó al lugar

no dejó de alucinar,

había mil serpientes

bailando sonrientes.

 

Hasta una serpiente pitón,

que molaba un montón;

era fuerte y descomunal,

pero no paraba de bailar.

 

“Vine hecha un pincel

a lucir mi cascabel,

y no pararé de bailar,

ni de hacerlo sonar”.
















Versos incluidos en el título “Animalversos o versos de animales”, tercer volumen de la colección “Versos para Fresa y Frambuesa”, disponible en Ámazon https://www.amazon.es/dp/B08BF2PNDZ y https://www.amazon.es/dp/B08BF2V4P9 (ilustraciones en blanco y negro, o en color, respectivamente)





No hay comentarios:

Publicar un comentario