sábado, 3 de diciembre de 2011

MAS VALE PÁJARO EN MANO QUE CIENTO VOLANDO (cuento)


En el patio de la escuela
ha caído un polluelo,
es pequeño y no vuela,
está tirado en el suelo.

Un golpe de viento
ha destrozado su nido.
Escucha y te cuento
todo lo que ha ocurrido.

Ha caído esta mañana,
cuando estaba en el nido
durmiendo en su cama,
y su mamá se había ido.

Un gato que lo ha visto
con gran sigilo avanza,
este gato es muy listo,
quiere llenarse la panza.

“Corre mi amor, sube al nido,
-grita su mamá sobrecogida-
que ese gato tan relamido
quiere que seas su comida”.

Hace el polluelo mil intentos
pero no puede alzar el vuelo,
sin la ayuda de los vientos
no despegará del suelo.

Pero en el último segundo
cuando ya no hay solución,
y salta el gato furibundo
para asegurar su ración,

dice el polluelo orgulloso:
“Comete un grave error,
comiéndome tan presuroso,
sin esperar que sea mayor”.

Y responde el gato escamado:
“Dime polluelo presumido,
si te engullo de un bocado,
¿Qué error habré cometido?”

“Si espera tan solo un día
en lugar de un solo bocado,
serán dos los que tendría”,
contesta él muy educado.

“No tengo nada que perder,
-pensó el gato muy confiado-    
nadie lúcido podría pretender
que mañana hubiera volado”.

Y quedan ambos emplazados,
“mañana en el mismo lugar”,
como caballeros educados,
para volverse a encontrar.

Pero cual es la sorpresa,
para este gato engreído,
cuando ve que su presa,
a la cita no ha acudido.

Por poco se vuelve loco
buscando una explicación,
y tras mil vueltas al coco
descubre al fin la solución.

Quizá por propio empeño
o con la ayuda del azar,
pero nuestro pequeño
aprendió al fin a volar.

Ve el gato con enfado,
que contra su previsión,
el polluelo se ha escapado,
y a lo lejos le dice burlón:

“Mas vale pájaro en mano
que ciento volando”.


2 comentarios:

  1. Me ayudo mucho con mi tarea de 4-1

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  2. Más vale cien pájaros volando que uno cazado (con algunas excepciones, claro)

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