martes, 27 de diciembre de 2011

Manolo el Hombre Lobo


Ya se cansó Manolo
de ser Hombre Lobo,
de salir a la verbena
sólo si hay luna llena.

Ya se cansó Manolo
de estar siempre solo,
de tener que aullar
al llegar a un lugar.

De infundir terror
a la menor ocasión,
y no tener amigos
para salir el domingo.

Se hizo la manicura,
incluso la pedicura,
se alineó los colmillos
y se tiñó unos brillos.

Ya no arquea la espalda,
ahora viste minifalda,
y aunque va hecha una loba
ya no está sola Manola.

Versos incluidos en el título “Cuentos tergiversados”, segundo volumen de la colección “Versos para Fresa y Frambuesa”, disponible en Ámazon https://www.amazon.es/dp/B08BF2V4PV y https://www.amazon.es/dp/B08BR89R5F (ilustraciones en blanco y negro, o en color, respectivamente)





viernes, 23 de diciembre de 2011

Tres reyes y un niño



En un pobre portal
de un pueblo de oriente,
un día muy normal
de un mes muy corriente.

Un dulce querubín
nació feliz y alegre,
era tan pobre el chiquitín
que dormía en un pesebre

Su madre se llama María,
su padre es carpintero,
trabajan todo el día
para ganar algún dinero.

Fanfarrias y tambores
una fría mañana
anunciaron con honores
la llegada de una caravana.

Guiados por una estrella,
montados sobre tres camellos,
engalanados como doncellas,
y seguidos por cien plebeyos.

Unos reyes llegaron
que dijeron ser magos,
hasta el niño se acercaron
y le llenaron de halagos.

Se acercó el más mayor
llevando un gran tesoro,
dijo llamarse Melchor,
le ofreció monedas de oro.

- “Esta ofrenda te traemos
desde el lejano oriente,
con ella  pretendemos
verte feliz y sonriente”.

Con un leve guiño
confuso y sorprendido
respondió el niño
al ver el cumplido.

- “Prefiero una pelota
y con ella poder jugar,
incluso estando rota
más voy a disfrutar”.

Se acercó luego Gaspar,
incienso al niño le ofreció,
se arrimó este a mirar
y de nuevo se sorprendió

- “Venimos desde el lejano oriente
con nuestra mejor intención
para ofrecerte este presente
que te llenará de ilusión”.

- “Prefiero una canción,
aunque sea triste su melodía,
mayor goce y diversión
tendré al oírla cada día”.

Se acercó al fin Baltasar,
mirra este le enseñó.
Volvió el niño a mirar
y otra vez se asombró

- “Venimos desde oriente
viajando noche y día
con este humilde presente
que te colmará de alegría”.

- “Prefiero peladillas
que poder saborear,
serán dulces maravillas
para mi pobre paladar”.

Dura lección para estos monarcas
que henchidos de vanidad
creyeron llevar en sus arcas
los secretos de la felicidad.

Les mostró un pobre chaval
que está en la humildad
y no en atesorar capital
los secretos de la felicidad

Irán pasando los días,
el niño se hará mayor,
le apodarán el mesías
y hablará de paz y amor.


sábado, 10 de diciembre de 2011

Araña y Gusano


Pasean Araña y Gusano
cogidos de la mano,
mientras van caminando
se están mirando.

-“Gusano, te quiero mucho,
pero eres tan larguirucho...”.

-“Araña, te quiero tanto,
pero me das mucho espanto...”.

Siguen Araña y Gusano
cogidos de la mano,
y mientras van caminando
se están enamorando.

Versos incluidos en el título “Versos y Besos”, cuarto volumen de la colección “Versos para Fresa y Frambuesa”, disponible en Ámazon  https://www.amazon.es/dp/B08BDSDM2D y https://www.amazon.es/dp/B08BG8RS92 (ilustraciones en blanco y negro, o en color, respectivamente)






sábado, 3 de diciembre de 2011

MAS VALE PÁJARO EN MANO QUE CIENTO VOLANDO (cuento)


En el patio de la escuela
ha caído un polluelo,
es pequeño y no vuela,
está tirado en el suelo.

Un golpe de viento
ha destrozado su nido.
Escucha y te cuento
todo lo que ha ocurrido.

Ha caído esta mañana,
cuando estaba en el nido
durmiendo en su cama,
y su mamá se había ido.

Un gato que lo ha visto
con gran sigilo avanza,
este gato es muy listo,
quiere llenarse la panza.

“Corre mi amor, sube al nido,
-grita su mamá sobrecogida-
que ese gato tan relamido
quiere que seas su comida”.

Hace el polluelo mil intentos
pero no puede alzar el vuelo,
sin la ayuda de los vientos
no despegará del suelo.

Pero en el último segundo
cuando ya no hay solución,
y salta el gato furibundo
para asegurar su ración,

dice el polluelo orgulloso:
“Comete un grave error,
comiéndome tan presuroso,
sin esperar que sea mayor”.

Y responde el gato escamado:
“Dime polluelo presumido,
si te engullo de un bocado,
¿Qué error habré cometido?”

“Si espera tan solo un día
en lugar de un solo bocado,
serán dos los que tendría”,
contesta él muy educado.

“No tengo nada que perder,
-pensó el gato muy confiado-    
nadie lúcido podría pretender
que mañana hubiera volado”.

Y quedan ambos emplazados,
“mañana en el mismo lugar”,
como caballeros educados,
para volverse a encontrar.

Pero cual es la sorpresa,
para este gato engreído,
cuando ve que su presa,
a la cita no ha acudido.

Por poco se vuelve loco
buscando una explicación,
y tras mil vueltas al coco
descubre al fin la solución.

Quizá por propio empeño
o con la ayuda del azar,
pero nuestro pequeño
aprendió al fin a volar.

Ve el gato con enfado,
que contra su previsión,
el polluelo se ha escapado,
y a lo lejos le dice burlón:

“Mas vale pájaro en mano
que ciento volando”.


viernes, 25 de noviembre de 2011

Araña tejedora


Araña tejedora,
puedes tejer una manta
que cubra tu garganta
del frío de la aurora.

Araña hilandera,
puedes hilar un cobertor
que te colme de calor
hasta la primavera.

Pero nunca una red
que sirva para cazar
a un pobre animal
que no la pueda ver.


domingo, 13 de noviembre de 2011

El búho que se enamoró de la luna (cuento).


Al llegar el alba
despierta con calma
en su rama de abeto
el Sr. Gepetto.

Gepetto duerme de día,
¡Vaya tontería!,
Gepetto vive de noche,
¡Qué derroche!.

Mira con recelo
al brillo del cielo,
hay una nueva estrella,
de todas, la más bella.

Luce con tal fulgor
que ciega su resplandor,
brilla como ninguna,
y la llaman Luna.

No la deja de observar,
y la empieza a admirar,
hasta que llega la hora
en que de ella se enamora.

Si con su brillo titila,
a Gepetto encandila,
si es firme al centellear,
lo llega a embelesar.

La quiere conquistar,
seducir y cautivar.
Este amor le fascina,
y en ello se empecina.

Y él que nunca leía
ahora escribe poesía.
!Que nadie se ría,
que no es cursilería!.

“Luna de mi corazón,
escribo esta breve poesía,
porque es tal mi admiración,
mi amor y mi devoción,
que no duermo ningún día
y voy a perder la razón.
  
Miro con gran anhelo
todas la noches hacia el cielo.
En vuestro cuarto menguante
estáis tan exuberante,
y espero en cuarto creciente,
a que os mostréis sonriente”.

Y se empieza a preguntar,
sin la respuesta hallar;
-¿Qué debo de hacer
para poderla conocer?.

-Aunque sea de noche,
¿podría ir en coche?.
-Y si fuera de día,
¿Cómo me acercaría?.

Cuando una estrella fugaz
le dice que ella es capaz
de acercarlo a su amada
sin que le cueste nada.

-No perdamos un segundo,
que estoy ya furibundo.
Dice Gepetto al instante
con alegría desbordante.

Sobre la cola de la estrella,
en pos de su doncella,
inicia Gepetto el viaje
sin preparar equipaje.

Pero cuál es su estupor
al ver que de su resplandor,
cuando se acerca a su amada,
ya no queda nada.

Y... al momento de girar
con asombro va a hallar
allá, mucho mas lejos,
otros muchos reflejos.

Es tal su desolación,
que para darle explicación
al triste acontecimiento
lo supone un encantamiento.

Hasta que haya la solución
a esa extraña maldición,
y es que al Sol no conocía
porque él dormía de día.

Resultó que el brillo de la amada
era luz del Sol reflejada,
y aquel al que no veía
era quien la luz emitía.



lunes, 31 de octubre de 2011

Don Juan Tenorio


Don Juan Tenorio,
le gusta el jolgorio,
es pendenciero
y muy mujeriego.

Con Luis Megía
apostó un día
ser el mas truhán
de aquel lugar.

Burlarían doncellas,
y cuanto mas bellas
la burla sería mayor,
y mayor su valor.

Se batirían en duelo,
para mofarse luego
y sin ningún remilgo
del rival vencido.

Cumplido un año
verían los daños
que habían causado
cada uno por su lado,

resultaría vencedor
quien mas deshonor,
burlas y engaños
hubiera logrado.

Pasado el plazo
hicieron repaso
de sus hazañas
estas dos alimañas.

Engreído y orgulloso
comenzó presuroso
el caballero Don Juan
sus gestas a contar:

Allá por donde fui
a las damas ofendí,
la razón atropellé
y a la justicia burlé”.

Respondió Don Luis,
presumiendo así
de los mismos engaños
en ese último año:

También por donde fui
a las damas ofendí,
la razón atropellé
y a la justicia burlé.

Rompamos pues el empate
viendo lo mas importante,
hagamos justo recuento
de ofensas y entuertos.”

Anotaron en un papel
de forma precisa y fiel
los muertos en desafío
y las ofensas de amoríos,

para concluir al fin
que el mas vil
era sin dudar
nuestro Don Juan.

Dichoso y exaltado
por el éxito logrado,
un nuevo desafío
ofreció a su enemigo.

Prometió Don Juan
una novicia burlar,
la mas angelical
que pudiera hallar.

Y fue Doña Inés
la elegida por él,
pues era sin duda
inocente y pura.

En una apartada orilla,
mientras la luna brilla,
a ese ángel de amor
le prometerá su amor.

Y con mucha picardía
Don Juan lograría
ganar el corazón
de esa dulce flor.

Pero llegaría un día
en que él sucumbiría
también presa del amor
y entregará su corazón.

Y ese corazón traidor
será esclavo del amor,
él que nunca creía
que al amor cedería.

Con tan mala fortuna
que la fama inoportuna
que él tenía muy a gala
desencadenó el drama.

Por todos perseguido
acabó Don Juan huido,
y Doña Inés en clausura
presa de su amargura.

Al fin junto a la tumba
a todos pidió disculpas
para poder morir en paz
el desdichado Don Juan.

Don Juan Tenorio,
le gustaba el jolgorio,
era pendenciero
y muy mujeriego.