Aniceto el esqueleto
no tiene que ponerse,
y como es tan coqueto
llega a entristecerse.
No encuentra en el armario
nada de su talla que le valga,
ni de domingo, ni de diario,
y así no hay quien salga.
A un gimnasio se apuntó
para estar mas delgado,
hasta una dieta comenzó,
pero se le ha ido la mano.
Se ha quedado ya tan seco,
que mas que seco está enjuto,
y si no le da pronto arreglo
un día nos va a dar un susto.
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