El príncipe valiente
ha dejado los cuentos,
es un oficio muy exigente,
y no le aguanta el cuerpo.
Está ya muy mayor
para ir tras la princesa,
y pillarse un sofocón
cada vez que le besa.
Ya está hasta los bemoles
de escalar por las almenas
y de pelear con dragones,
dice que no vale la pena.
Por eso se ha retirado
a un tranquilo balneario,
a estar todo el día tirado
y a darse un baño diario.
Quiere dormir la siesta
sentado frente al televisor,
sólo asistir a las fiestas
en alguna rara ocasión,
y jugarse su partidita,
de cartas o de dominó,
tomándose una copita
de cualquier fino licor.
No quiso quedar mal,
pretendía despedirse,
no se fuera a enfadar
o estuviera muy triste,
y a la princesa le envió
un escueto telegrama:
“Lo siento mucho amor,
pero no me da la gana”.
Versos
incluidos en el título “Cuentos tergiversados”, segundo volumen de la colección
“Versos para Fresa y Frambuesa”, disponible en Ámazon https://www.amazon.es/dp/B08BF2V4PV y https://www.amazon.es/dp/B08BR89R5F
(ilustraciones en blanco y negro, o en color, respectivamente. En formato
e-book y papel)
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