(Verso ya está en el escenario, situado en su
lugar. Al fondo una imagen del bosque al
amanecer. Están en escena Barrufet y Ratón, siguen dormidos donde quedaron en
el anterior acto. En el centro del escenario una bailarina vestida de flor
acurrucada, mientras verso habla la bailarina danza representando estos versos
con la música del 2º movimiento de “Las cuatro estaciones” Vivaldi, “Verso” se
demora unos 30 segundos entre cada una de las estrofas, de forma que queden
repartidas a lo largo de los 2´ 20” que dura el movimiento).
Verso: Les alcanzó
el amanecer
y el sol al resplandecer,
el canto de los ruiseñores
y el despertar de las flores.
Al llegar la
mañana
bosteza una flor lozana
que con dicha y alegría
recibe al nuevo día.
El rocío quiere
alcanzar
y sus pétalos refrescar.
El frescor de la brisa
le dibuja una sonrisa.
Sus hojas y pétalos se mecen,
se abren y guarecen,
con el canto de los pajarillos,
y los nuevos brillos
de un sol centelleante
que se ofrece deslumbrante
a esta joven naturaleza
que ahora se despereza.
Barrufet: (Estirándose y
bostezando)
¡Que alegría,
un nuevo día!
(Dirigiéndose a Ratón)
¿Qué tal al despertar
en un nuevo lugar?.
Ratón: Tuve un
sueño muy profundo.
soñé que estaba en un nuevo mundo,
lleno de trucos, ilusiones y
fantasías
que me sorprendían todos los
días.
Barrufet: Y no te has
equivocado,
ocurre que aún no has despertado
y toda vía no te has percatado
de hasta dónde has llegado.
Ratón: (Con expresión de duda)
¿Aún
no he despertado?,
Si no he probado
bocado
¿cómo voy a despertar?,
¡vamos a desayunar!.
Barrufet: (Con tono de sorna)
Que exquisito manjar
desea el señor desayunar.
¿Qué
desayunan los roedores?,
acaso dulce miel de flores,
ricas almendras y avellanas,
o sabrosas peras y manzanas.
Ratón: Una nueva sorpresa,
ahora sobre la mesa,
¿miel de flores?,
yo de las flores
conozco sus
olor,
pero no sus sabor.
Barrufet: No, flores no
has de comer,
las abejas suelen hacer
una sabrosa ambrosía
que nos ofrecen cada día.
Ratón: ¿Como hacen esta dulce ambrosía
de
la que hablas con tanta alegría?.
Barrufet: Con cuidado y
amor
extraen de cada flor
un dulce polvillo
de color amarillo
con el que van a elaborar
ese suculento manjar.
Lo llevan a su colmena,
que siempre está llena
de miles de abejas,
jóvenes y viejas,
que lo van a cuidar
hasta que llegue a macerar.
Ratón: ¿Cómo pueden llegar
a ese extraño lugar
donde hallar ese polvillo
de color amarillo?.
Barrufet: Como buenos
exploradores
rastrean
por los alrededores
sin descanso ni recreo
para ver cumplido su deseo.
Cuando una lo ha encontrado
señala el lugar que ha hallado
para que no surja la duda,
y vuelve en busca de ayuda.
Ratón: ¿Se puede sin hablar
señalar
un lugar?.
Barrufet: Con una danza
llena de gracias,
giros, cabriolas y acrobacias
indican la dirección y recorrido
del lugar por fin escogido.
Pero… dejemos la
conversación
y pasemos a la acción,
nos espera un desayuno
sabroso como ninguno.
Ratón: Sin
más demora
llego la hora
de por fin probar
ese dulce manjar.
Verso: Se acercaron a una colmena
que de miel estaba llena,
y llenos de alegría y gozo
comieron con alborozo.
Una pequeña
abeja
queda por ello perpleja
viendo a estos dos truhanes
haciendo tales desmanes.
(Ambos se acercan a una colmena que
hay al fondo del escenario y comienzan a comer, mientras tanto una abeja vuela
sobre ellos observándolos. Mientras dura la acción se oye música, de nuevo el
primer movimiento de “Las cuatro estaciones”
de Vivaldi, durante aproximadamente 1´ 15” , hasta que se repiten los
acordes iniciales, “Barrufet” y “Ratón” comen y bailan siguiendo el ritmo de la
música).
Verso: Una vez el
hambre saciada,
casi no han dejado nada,
se deben ahora plantear
su camino continuar.
Ratón: Está dulce y deliciosa,
pero
es algo pringosa.
Barrufet: Todos en este
lugar
saben valorar,
apreciar y saborear
este suculento manjar.
Desde mama osa
a la pequeña raposa,
y ninguna dijo quejosa
que era algo pringosa.
Ratón: (Algo avergonzado en su expresión)
No
quiero resultar desagradecido,
pero
es que eso me ha parecido.
Barrufet: Que no te
preocupe ese problema,
ni te genere ninguna pena,
pronto nos vamos a encontrar
un
río donde te podrás lavar.
Ahora con la tripa llena,
hasta la hora de la cena
debemos seguir camino
y llegar a nuestro destino.
Ratón: ¿Cuánto
tiempo puede faltar
para
por fin llegar a mi hogar?.
Barrufet: Si no pasa
nada,
al final de la jornada
estará por fin a tu alcance,
si no hay ningún percance.
Ratón: Estoy deseando llegar,
no
sabes cuanto se llega a añorar
cuando estas en un lejano lugar.
(salen caminando juntos de escena).
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